martes, 6 de septiembre de 2011

EL HORROR

Siempre me pasa.

Cuando quedan pocas semanas para iniciar un rodaje, me entra miedo... un miedo atroz a no estar a la altura de las circunstancias, a no poder cumplir con lo que se espera de mí, a no poder tener todo preparado, a no poder organizar el rodaje con eficacia. Es verdad eso que dicen de que el que mucho abarca poco aprieta (o cómo coño que sea el refrán).

Bueno, ya no hay marcha atrás: cancelar ahora el rodaje daría más problemas que los que tengo ya (además, que no me sale de los cojones). En fin, aún hay que conseguir la localización que usaremos para el primer día de rodaje (1 de octubre), necesito liar a gente con coche para ayudarme a traer y llevar al equipo los días que rodemos en la periferia de Madrid, hay que terminar algunas piezas de atrezo realmente importantes para la trama (y complicadas de hacer). .. por no hablar de tratar de comprar todo lo que hace falta sin salirme del exiguo presupuesto que tenemos.

Y tengo que conseguirlo sin perder la calma y sin hacer más profunda la úlcera. A veces recurro al sarcasmo y al humor negro... lo que me provoca otro miedo: que los miembros del equipo que no me conocen bien (o los que no me conocen de nada) no se den cuenta que determinadas cosas que digo son de coña, que lo hago para aliviar tensión, y piensen que soy un borde o un loco peligroso... y me agobio más.

En fin, que este (largo) fin de semana tengo reunión con efectos y pruebas de vestuario, y sé que, cuando acaben, estaré súper contento y relajado, porque veré que mi equipo tira tanto del carro (o más) que yo, veré que se avanza, veré que la meta no está tan lejos ni que hay tantos obstáculos que salvar...

Pero, mientras tanto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario