El ritmo de la película es ciertamente enloquecido, haciéndose muy amena, a pesar de que haya minutos y minutos de gente hablando. Y las escenas en las que la gente no habla también son muuuuy potentes. Creo que se nota como he madurado como "peliculero" entre "Mí" y esta... no digo que sea mejor, pero sí más madura. Y aunque es bastante más clasicota, sigue siendo tremendamente macarra: al haber muchos menos efectismos, estos son más potentes y llaman más la atención (pero porque están colocados donde se suponen). También resulta maravilloso el ir encontrando pequeñas joyas en las interpretaciones: detallitos minúsculos que no percibiste mientras rodabas. Una mirada, una vibración en la voz, un parapadeo (o la ausencia de parpadeo) que hacen que algo que ya era bueno se convierta en excelente. Todos (pero todos, todos) los actores han tenido unas cuantas ya... A veces tardo un rato largo para decidirme entre una toma u otra, ya que las dos tienen cosas mágicas.
No creo que la cague de aquí al final del montaje, así que, de verdad, estoy muy contento con la Señorita Pájaro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario